Estar seguros de que nuestro hijo se está alimentando bien es una de nuestras principales preocupaciones durante su crecimiento. Elegir un biberón adecuado nos ayudará a asegurar que nuestro bebé se sienta cómodo a la hora de alimentarse. En este artículo, encontrarás la respuesta para algunas de las principales dudas que como papás primerizos tenemos sobre la lactancia con biberón. No olvides afinar tus sentidos, y mantenerte alerta de las señales que tu pequeño te envía sobre lo que necesita y cómo se siente.
Lactancia. Lo que debo saber para elegir un biberón.
Algo que no debemos olvidar es que cada bebé es único y desafortunadamente no vienen con un manual específico que nos ayude a entenderlos. Esto se aplica también a cómo saber cuál es la mejor alimentación para ellos. Existe información general, pero siempre que la pongamos en práctica necesitamos observar si lo que estamos dando a nuestro bebé es bueno para él.
Una de las ventajas que aporta la lactancia con biberón es la cercanía que tú, papá, puedes tener con tu bebé al alimentarlo.
Otra ventaja, es que al ser visible, estás seguro de cuánta leche está tomando. Eso nos da mucha tranquilidad porque estamos seguros de que se está alimentando de acuerdo a lo esperado.
Nuestros bebés son un cúmulo de inteligencia en su pequeño cuerpo. Saben cuánto tienen que comer y en qué momento. También saben cuánto necesitan alimentarse para crecer sanos y fuertes.
Por esta razón es que no debemos forzarlos a comer más de lo que nos piden.
Nuestro instinto es la herramienta que nos permite conocer lo que nuestro bebé necesita. Si prestas la suficiente atención a sus señales, sabrás cuando tiene hambre, y te dirá cuando ya está satisfecho.
Otro aspecto a considerar, es que a medida que crece necesitará más alimento por ocasión. Sin embargo, hay momentos en los que su apetito disminuye, y es completamente normal. Recuerda que son sensibles a todo lo que les rodea y también les afectan los ambientes, las vacunas o como a nosotros, hasta el clima.
La misión de elegir un biberón adecuado.
Si dar con la fórmula correcta fue un reto, elegir el biberón adecuado es también una misión que requiere tiempo e investigación.
No pierdas de vista el punto más importante, el biberón es un sustituto del seno materno. De ahí que lo más importante no es la decoración o el color, es su funcionamiento. Después de dejar esto claro, revisemos algo importante sobre la alimentación con biberón.
Después de elegir un biberón, ¿cómo debo alimentar a mi bebé?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que durante los primeros seis meses de vida alimentemos a nuestro bebé exclusivamente con leche materna. Sin embargo, por razones de salud o indisposición de la madre, en algunos casos se debe optar por fórmula láctea. En ambos casos, debemos consultar con el pediatra la cantidad de fórmula que debemos dar a nuestro bebé en cada etapa de su desarrollo.
En ese sentido, algunos especialistas de la American Academy of Pediatrics (APA), recomiendan lo siguiente:
Comienza alimentando a tu bebé poco a poco con el biberón. Ofrécele de 1 a 2 onzas por ocasión durante los primeros 3 días de vida.
El tiempo promedio que puede pasar entre que tu bebé pida alimento es de 4 a 5 horas. Si notas que tu bebé no despierta en ese lapso de tiempo para comer, puedes despertarlo suavemente para que se alimente. Esto también ayudará a fomentar que esté más activo durante el día y duerma más por la noche.
Pasando el primer mes de vida, el bebé tomará en promedio 4 onzas de leche cada 4 horas. Estos rangos se irán incrementando, y para cuando cumpla los 6 meses, puede llegar a tomar entre 6 y 8 onzas de leche de 4 a 5 veces por día.
Recuerda, tu bebé te marcará la pauta de en qué momento está satisfecho y cuánta leche necesita.
¿Cómo distinguir las señales de hambre en mi bebé?
Sin importar si el bebé se alimenta del seno materno o del biberón, puede dar estas señales para hacernos saber que tiene hambre o ya está satisfecho.
Se moverá inquieto, succionará su mano o se lamerá los labios cuando necesite más alimento.
Soltará el biberón o el seno, y volteará su rostro hacia otro lado para mostrar que ya está satisfecho. Es posible que también muestre somnolencia o se duerma.
Cuando el bebé empiece a tener más fuerza en su cuello y torso, buscará levantarse para alejarse del pecho o biberón.
Consejos para alimentar a mi bebé con biberón.
Busca una posición cómoda para ambos. Tu bebé necesita apoyo en su cabecita para elevarla con respecto al resto de su cuerpo, esto ayudará a que tenga una mejor digestión y no se atragante.
Siéntate en un espacio cómodo y que te permita mantener tu brazo firme y relajado. Coloca cómodamente a tu bebé en el interior del ángulo que forman tu brazo y antebrazo y acúnalo.
Trata de mantener el biberón en una posición semi vertical mientras tu bebé succiona. El chupón debe estar lleno de leche, así aseguras que el bebé no succione aire.
Procura no dar el biberón a tu bebé mientras está recostado en una posición completamente horizontal. Podría ahogarse. Es importante mantenerse atento mientras el bebé se alimenta para evitar cualquier contratiempo.
Fomentar un ambiente tranquilo y armónico durante la alimentación, permitirá que tu bebé relacione este momento con algo familiar y agradable desde el principio.
¿Qué otros aspectos de la lactancia te gustaría que abordemos en nuestros próximos artículos?
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