Cuando mi hijo tenía pocas semanas de nacido empezó a mostrar signos de reflujo. Era preocupante ver cómo, después de cada comida, parecía incómodo y devolvía el alimento. Mi esposa y yo no sabíamos si esto era normal o si debíamos correr al hospital de inmediato. Después de consultar al pediatra y hacer una buena investigación, descubrimos que el Reflujo Gastroesofágico (RGE) es en realidad bastante común en los bebés. Sin embargo, también aprendimos que existe algo más serio llamado Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE). En este artículo te platicaré lo que descubrimos y cómo puedes valorar si tu bebé necesita atención especial o es algo temporal.
¿Qué es el Reflujo Gastroensofágico (RGE)?
El Reflujo Gastroesofágico (RGE), conocido comunmente como reflujo, ocurre cuando el bebé devuelve líquido o comida por la boca. Esto sucede cuando el contenido estomacal retrocede de su estómago y sube nuevamente a su esófago.
En los bebés, esto suele manifestarse como regurgitación o vómito después de comer. Es importante saber que el RGE es algo común y, en la mayoría de los casos, no es motivo de preocupación. De hecho, muchos bebés experimentan reflujo durante sus primeros meses de vida, y esto generalmente mejora a medida que su sistema digestivo madura.
En nuestro caso, el pediatra nos explicó que, mientras nuestro bebé siguiera ganando peso y no mostrara signos de dolor o molestia, el reflujo era algo que se resolvería por sí solo con el tiempo. Esto nos tranquilizó, aunque seguíamos buscando maneras de hacer que nuestro pequeño se sintiera más cómodo.
Diferenciando entre el Reflujo Gastroesofágico de un problema más serio.
Mientras que el RGE es común y generalmente inofensivo, la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) es un problema más serio. La ERGE se presenta cuando el reflujo provoca síntomas más severos o complicaciones. Algunos síntomas comunes son que el pequeño está irritable, tiene problemas para dormir y se muestra incómodo después de comer o rechaza definitivamente el alimento.
Al investigar más y hablar con nuestro pediatra, aprendimos que los síntomas de la ERGE pueden incluir también pérdida de peso, y en casos más graves, problemas respiratorios como tos crónica o sibilancias. Estos síntomas suelen aparecer porque el ácido del estómago irrita el revestimiento del esófago, lo que puede causar mucho malestar e incomodidad al bebé.
Evaluando si tu bebé tiene ERGE.
Es normal que nos asuste tener que identificar si el reflujo de nuestro bebé es algo más que solo devolver la comida. Para nosotros, el indicador clave fue su comportamiento. Si el reflujo comienza a afectar el bienestar general de tu pequeño, es signo de que algo no está bien.
El pediatra te ayudará a identificar algunos signos que podrían alertarlos de que se trata de ERGE. Mantente atento si tu bebé parece estar muy incómodo después de comer y si muestra signos de dolor o malestar evidente.
¿Cómo se trata la ERGE?
Una vez que el pediatra confirme si el bebé tiene síntomas de ERGE, podría hacer algunos cambios en su rutina diaria para aliviar su malestar. En primer lugar, ajustar su alimentación. Ayuda mucho darle al bebé porciones más pequeñas de alimento pero más frecuentes, para evitar que su estómago se llene demasiado rápido. También es importante asegurarse de mantenerlo en posición vertical durante al menos 30 minutos después de cada comida.
Otra recomendación es elevar ligeramente la cabecera de su cuna portátil o fija. Esto ayuda a que después de comer la gravedad haga su trabajo, manteniendo el contenido del estómago del bebé en su lugar. Aunque estos cambios ayudan, en algunos casos podría ser necesario el uso de medicamentos que reducen la acidez del estómago. Tu pediatra te ayudará proporcionándote todas las medidas y alternativas que ayuden a tu bebé a mejorar su salud.
¿Cuándo es necesario acudir a un gastroenterólogo pediátrico?
En algunos casos, la ERGE puede ser más complicada y requerir la atención de un especialista, como un gastroenterólogo pediátrico. Esto puede ser cuando notes que, a pesar de sus esfuerzos, los síntomas del bebé no mejoran significativamente. El especialista podrá realizar algunas pruebas adicionales para asegurarse de que no existan otras condiciones subyacentes que pudieran estar causando los síntomas.
El gastroenterólogo nos ayudó a personalizar un plan de tratamiento que incluía tanto cambios en la dieta como, eventualmente, medicación. Afortunadamente, con el tiempo, estos esfuerzos dieron frutos, y nuestro bebé comenzó a mostrar mejoras significativas.
La atención a los síntomas y reacciones de tu bebé ayudará a superar el Reflujo Gastroesofágico.
Es natural que como padres nos preocupemos cuando nuestros pequeños muestran cualquier signo de malestar. El reflujo es común, pero es importante estar atentos a los síntomas que podrían indicar algo más serio, como la ERGE. Si sospechas que tu bebé tiene síntomas de algo más grave, no dudes en hablar con tu pediatra para discutir las opciones de tratamiento y, si es necesario, buscar la opinión de un especialista.
Ante todo, lo más importante es el bienestar de tu bebé. Con atención y los cuidados adecuados, es posible manejar estas condiciones de manera efectiva. Recuerda, no estás solo en este proceso; muchos papás hemos pasado por lo mismo y encontramos formas de ayudar a nuestros pequeños a sentirse mejor.
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