Una de las dudas más comunes que tenemos como padres novatos es cómo hidratar a mi bebé . Queremos asegurarnos de que nuestros hijos estén bien, especialmente en momentos de calor o si notamos que no se sienten bien. Sin embargo, es importante saber que durante los primeros seis meses de vida no es necesario ni recomendable darles agua a los bebés. Aquí te explico por qué y cuándo es el momento adecuado para empezar a ofrecerles agua.
¿La lactancia es suficiente para hidratar a mi bebé?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Esto significa que los bebés deben recibir únicamente leche materna o de fórmula, sin ningún otro tipo de alimento o líquido, incluyendo agua. Aunque como papás primerizos nos pueda parecer que en días calurosos o cuando nuestro bebé está enfermo puede necesitar más líquidos, la realidad es que la leche es suficiente para hidratar a tu bebé en estas situaciones.
La leche materna está compuesta en un 87% de agua, lo que significa que cada vez que tu bebé se alimenta, también está obteniendo el líquido necesario para mantenerse hidratado. Si le das leche de fórmula, también notarás que su preparación incluye agua, por lo que el bebé no necesitará agua adicional.
Personalmente, al principio también me preguntaba si debería ofrecerle agua a mi hijo cuando hacía mucho calor, pero rápidamente aprendí que, alimentándolo a demanda, su cuerpo recibía todo lo que necesitaba para mantenerse hidratado.
¿Es conveniente darle agua a mi bebé antes de los 6 meses?
No, no es recomendable, y existen dos razones principales por las que no deberíamos dar agua a los bebés menores de seis meses. La primera es que no es necesario. Como ya mencionamos, la leche que recibe el bebé, ya sea materna o de fórmula, le proporciona tanto alimento como líquido suficiente para mantenerse hidratado.
La segunda razón es que dar agua antes de los seis meses puede ser contraproducente. Los bebés tienen estómagos muy pequeños, por lo que llenarlos de agua puede evitar que reciban la cantidad de leche que necesitan para su crecimiento. Esto no solo les quita el espacio para alimentarse correctamente, sino que también puede llevar a que el bebé no reciba los nutrientes necesarios para su desarrollo y sus funciones vitales. En casos graves, esto puede poner en riesgo su salud.
Cuando mi hijo pasaba por un episodio de cólicos, me recomendaron darle infusiones para aliviar el malestar. Sin embargo, los pediatras señalan que no existen infusiones que hayan demostrado ser efectivas para los cólicos. Además, muchas de ellas contienen azúcares o ingredientes que no son seguros para un bebé tan pequeño. Si tu bebé tiene menos de seis meses, lo seguro es mantener la lactancia a demanda y no ofrecerle infusiones o agua, aunque tenga molestias.
Entonces, ¿cuándo debo empezar a darle agua a mi bebé?
Una vez que tu bebé llega a los seis meses y comenzamos a introducir la alimentación complementaria, es el momento en que podemos empezar a ofrecerle agua. Al introducir nuevos alimentos, el bebé sigue recibiendo la mayor parte de su hidratación a través de la leche, pero poco a poco irá necesitando más agua para acompañar estos alimentos.
Al ofrecer agua a tu bebé por primera vez, es importante no obligarlo a beber. Durante las primeras semanas de la alimentación complementaria, es posible que siga tomando la misma cantidad de leche y no necesite mucha agua extra, ya que muchos de los primeros alimentos, como las frutas y las verduras, también contienen una gran cantidad de agua. A medida que tu bebé va comiendo más alimentos sólidos, notarás que empezará a pedir más agua.
¿Cuál es la mejor forma de ofrecer agua a mi bebé?
Cuando empieces a hidratar a tu bebé con agua, es recomendable hacerlo después de las comidas. Primero dale su leche habitual, luego los alimentos, y finalmente ofrécele agua. De esta manera, te aseguras de que no llena su pequeño estómago solo con agua y tiene espacio suficiente para los nutrientes que necesita.
Puedes utilizar diferentes métodos para darle agua. Aunque el biberón es una opción, también puedes optar por vasitos pequeños o tazas de aprendizaje. Estas alternativas ayudan al bebé a aprender a beber de manera autónoma y favorecen su desarrollo. A mí me pareció muy útil utilizar una taza de aprendizaje cuando mi hijo comenzó a beber agua, ya que le permitió practicar habilidades motoras mientras aprendía a sorber.
¿Qué tipo de agua debo darle a mi bebé?
A partir de los seis meses, puedes darle el mismo tipo de agua que consumes en casa. Si el agua del grifo es potable y la bebes tú mismo, puedes ofrecerle esa misma a tu bebé. Si prefieres agua embotellada, asegúrate de que sea apta para el consumo infantil. No es necesario hervir el agua si es potable, aunque también puedes consultarlo directamente con tu pediatra que se enfocará en tu caso en particular.
Es importante evitar ofrecer jugos de fruta, incluso si son caseros. Aunque los jugos tienen la reputación de ser saludables, en realidad están llenos de azúcares concentrados y carecen de la fibra que la fruta entera ofrece. Lo mejor para tu bebé siempre será el agua o la leche. Si quieres darle fruta, ofrécele la fruta entera, que es mucho más saludable y beneficiosa para él.
Cuida la sana hidratación de tu bebé con lactancia.
En conclusión, antes de los seis meses, la lactancia materna o la leche de fórmula es todo lo que tu bebé necesita para hidratarse. No hay necesidad de ofrecerle agua ni otros líquidos, ya que esto podría ser perjudicial para su salud. A partir de los seis meses, ya puedes empezar a ofrecerle agua, pero de manera gradual y siempre después de las comidas.
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