Bañar a tu bebé por primera vez, puede ser un momento emocionante y un poco intimidante. No te preocupes, con los preparativos adecuados y algunos consejos útiles, puedes hacer que esta experiencia sea segura y agradable, tanto para ti como para tu bebé. En este artículo, te compartimos una guía paso a paso para bañar a tu pequeña o pequeño por primera vez.
¿Cuándo debes bañar a tu bebé por primera vez?
Existen diversas opiniones sobre cuándo es el momento más seguro para el primer baño de tu bebé. En el pasado, se recomendaba hacerlo una o dos horas después del nacimiento. Actualmente la Organización Mundial de la Salud recomienda bañar al bebé pasadas las primeras 24 horas del nacimiento. Este primer baño debe ser ligero, y servirá para relajar al bebé y prepararlo para dormir.
Prepara lo necesario para el baño.
Antes de comenzar, asegúrate de tener todo lo que necesitas a mano. Para este primer baño no sumergirás al bebé. Debes esperar a que el cordón umbilical seque por completo y se caiga, lo cual puede tomar entre una o dos semanas. Hasta entonces, darás a tu bebé lo que se conoce como “baños de esponja”.
Lista de lo que necesitas:
- Agua tibia (en la bañera o en un recipiente aparte).
- Paño suave o esponja.
- Jabón o champú especiales para bebé.
- Toallas limpias.
- Ropa limpia.
- Pañal.
Elige el momento adecuado.
Un bebé recién nacido duerme entre 10 y 18 horas al día, generalmente pasa despierto de 1 a 3 horas, y volverá a dormir. El momento ideal para el primer baño de tu bebé será cuando esté tranquilo, no tenga hambre y no esté demasiado cansado. Algunos padres encuentran que bañar a su bebé por la noche, antes de dormir, ayuda a relajar al bebé para que tenga una buena noche de sueño.
Mantén la seguridad ante todo.
Elige una bañera o tina con bordes firmes y redondeados. Estas características hacen que la tina sea más estable y segura para tu bebé. Asegúrate de que todo lo que necesites esté al alcance para evitar moverte demasiado.
Paso a paso para bañar a tu bebé por primera vez.
Este baño debe durar en promedio unos 5 minutos.
- Llena la bañera: No es necesario llenarla completamente, solo un poco para remojar la esponja o paño.
- Desvístelo con cuidado: Asegúrate de que el espacio esté tibio y sin corrientes de aire.
- Sujeta a tu bebé: Usa un brazo para sostener su cabeza y cuello, y el otro para su cuerpo.
- Limpieza: Remoja la esponja en agua tibia y pásala suavemente por su cuerpo, evitando mojar el cordón umbilical. Si usas jabón o champú, que sea muy poco.
- Limpia su cabeza y rostro: Con movimientos suaves, limpia su cabecita y su rostro con una toallita húmeda o algodón humedecido en agua tibia.
- Seca y viste a tu bebé: Retíralo con cuidado de la bañera y cúbrelo con una toalla suave y seca. Colócale el pañal y vístelo.
¿Es necesario utilizar cremas o productos adicionales después de bañar a mi bebé?
Los bebés recién nacidos no necesitan cremas o lociones después del baño. La OMS recomienda evitar la aplicación de productos en la piel de los recién nacidos para prevenir posibles reacciones alérgicas. Su piel es muy delicada y está empezando a acostumbrarse a su nuevo ambiente.
¿Cuándo debo volver a bañar a mi bebé?
Después del primer baño, los pediatras recomiendan bañar al recién nacido solo tres veces a la semana. Mientras el cordón umbilical siga unido, solo dale “baños de esponja”. Una vez que se haya desprendido, podrás sumergirlo en el agua de la bañera. Los baños diarios podrían resecar su piel, por lo que no se recomiendan hasta que el bebé tenga más movilidad y se ensucie más, como cuando empieza a gatear.
En conclusión. El primer baño de tu bebé puede ser un momento especial y de unión. Con estos consejos y un poco de práctica, te sentirás más seguro y cómodo bañando a tu pequeña o pequeño. Recuerda siempre mantener la seguridad como prioridad y disfrutar de este tiempo con tu bebé.
DISCLAIMER (Renuncia de responsabilidad)
- Si no se indica lo contrario, los consejos que proporciono en este canal son dirigidos a niños sanos sin enfermedades de base. En caso de duda, aconsejo consultar con tu pediatra o profesional médico de confianza.
- La información que se comparte se basa en la evidencia científica disponible en el momento de la elaboración de este contenido, pero puede variar en el futuro a medida que aparezcan nuevos estudios o recomendaciones.