Un cambio muy importante en el primer año de vida de nuestro bebé es cuando comienza la alimentación complementaria. Pasar de una dieta exclusivamente basada en leche materna o fórmula a la introducción de alimentos sólidos es un hito que, aunque emocionante, puede generar muchas dudas. ¿Cuándo es el momento adecuado para empezar? ¿Cómo debo ofrecer los nuevos alimentos? No te preocupes, aquí te explico cómo puedes guiar a tu bebé en este proceso.

Bebé comiendo puré durante el inicio de la alimentación complementaria.
Cuando nuestros hijos cumplen los seis meses podemos iniciar la alimentación complementaria introduciendo otros alimentos además de la leche materna o de fórmula.

¿Cuándo se debe iniciar la alimentación complementaria?

La alimentación complementaria generalmente comienza alrededor de los seis meses de vida. Hasta entonces, la leche materna o fórmula es el alimento principal y proporciona todos los nutrientes y la hidratación que tu bebé necesita. La leche materna, especialmente, debe seguir ofreciéndose a demanda, es decir, cada vez que el bebé la pida.

Cuando introducimos nuevos alimentos, es importante recordar que la leche seguirá siendo el alimento principal hasta que el bebé cumpla un año. La comida complementaria servirá para que se acostumbre a diferentes sabores y texturas, pero no debemos preocuparnos si no come grandes cantidades al principio.

En mi experiencia, me ayudó mucho pensar que el objetivo inicial no es que mi hijo se llene con los nuevos alimentos, sino que se familiarice con ellos y comience a desarrollar buenos hábitos alimenticios que le servirán durante toda su vida.

¿Cómo ofrecer nuevos alimentos?

Es esencial que las comidas se conviertan en un momento agradable y tranquilo. Evita distraer a tu bebé con pantallas o juegos mientras come. La clave está en que muestre interés por los alimentos, no en forzarlo a comer. Si come en un ambiente relajado, donde todos disfrutan de la comida, es más probable que quiera imitar lo que ve a su alrededor.

En casa, comenzamos a ofrecer alimentos mientras también nosotros comíamos. Aunque al principio puede parecer complicado si le estás dando papillas, puedes ofrecerle una cucharada a tu bebé y luego continuar con tu comida. Esto lo motivará a ver el momento de la comida como una actividad familiar.

Otro consejo útil es ofrecer primero la leche, y después los nuevos alimentos. Si tu bebé está muy hambriento, puede frustrarse si le das algo que no conoce. Si le das la leche primero, estará más calmado y dispuesto a explorar nuevos sabores con curiosidad.

Introducción gradual y alimentos nuevos.

Al introducir nuevos alimentos, es fundamental hacerlo de manera gradual. Debemos esperar entre dos y tres días entre cada nuevo alimento, ya que algunas reacciones alérgicas no son inmediatas. Además, es recomendable ofrecer un solo alimento nuevo a la vez, sin combinar varios, para poder identificar claramente si algún alimento causa una reacción.

En mi caso, cuando comenzamos la alimentación complementaria, era tentador ofrecer varios alimentos al mismo tiempo, pero aprendimos que ir despacio no solo previene alergias, sino que también permite al bebé acostumbrarse poco a poco a cada nuevo sabor.

Otro punto importante es evitar dar nuevos alimentos después de las 6 de la tarde, ya que, si hubiera una reacción alérgica, podría manifestarse durante la noche, y sería más difícil detectarla.

Madre amamantando a su bebé como parte de la alimentación complementaria.
Al iniciar la etapa de alimentación complementaria nuestro bebé debe continuar recibiendo leche materna o fórmula láctea como alimento principal.

Cantidades y alimento.

Una pregunta frecuente es cuánto alimento ofrecer a tu bebé. Aquí es donde debemos confiar en la capacidad de autorregulación de los bebés. Ellos saben cuánta comida necesitan, así que si rechaza más comida, no lo fuerces. La leche sigue siendo su fuente principal de energía, por lo que es normal que las primeras semanas no coma grandes cantidades de sólidos.

Es común que un bebé rechace un nuevo alimento varias veces antes de aceptarlo. Los expertos dicen que puede ser necesario ofrecer un alimento hasta 15 veces antes de que el bebé lo acepte. Así que, si tu bebé no se muestra interesado al principio, ¡no te preocupes! La paciencia es clave. En casa, aprendimos a no frustrarnos si nuestro hijo no comía tanto como esperábamos. Sabíamos que la leche seguía siendo su principal fuente de nutrientes y que el interés por los alimentos sólidos iría aumentando con el tiempo.

Reglas básicas sobre la cantidad y la calidad de los alimentos.

En la alimentación complementaria, los padres deben decidir qué alimentos ofrecer y el bebé decidirá cuánto comer. Confía en que tu bebé sabrá cuándo está satisfecho. Sin embargo, es importante controlar la cantidad de proteínas diarias, ya que un exceso de proteínas en la primera infancia está relacionado con un mayor riesgo de obesidad infantil en el futuro.

En casa, fuimos conscientes de la cantidad de proteínas que ofrecíamos, asegurándonos de equilibrar la dieta con frutas, verduras y cereales, de manera que nuestro hijo tuviera una alimentación variada y saludable.

En resumen, el proceso de introducir la alimentación complementaria es emocionante y lleno de aprendizajes. No te preocupes si al principio tu bebé no parece muy interesado en los nuevos alimentos. Con paciencia y consistencia, pronto se familiarizará con diferentes sabores y texturas.

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